4 Los ciclos históricos (fragmento)

En las tradiciones sagradas se ha considerado siempre que tanto los pueblos, naciones, razas y culturas, como la humanidad misma, constituyen organismos sujetos a los ciclos propios de los seres vivos. En igual forma, dichas tradiciones han intentado precisar cuáles ciclos se generan a consecuencia del proceso del desarrollo interno de cada uno de esos seres, y cuáles son resultado de la interacción que sobre ellos ejercen diferentes energías que son a su vez producto de una gran diversidad de ciclos cósmicos. Este último propósito —determinar las energías cósmicas que confluyen en un cierto momento sobre los seres humanos— es el que ha dado origen al conocimiento astrológico que en muy variados niveles han alcanzado las culturas de todos los tiempos.
La astrología europea, heredera de los conocimientos que sobre esta materia desarrollaron los caldeos, los persas y los árabes, cuenta entre sus principales logros con la elaboración de lo que se conoce comúnmente como el Zodiaco, o sea, la clasificación en 12 signos o constelaciones de las más importantes influencias que, provenientes del cosmos, predominan alternativamente año con año en nuestro planeta. Así como existe un Zodíaco anual, existe otro que abarca un ciclo mucho más prolongado, ya que en él la duración de las influencias de cada uno de los diferentes signos comprende periodos de alrededor de 2 mil años a los cuales se les da el nombre de "eras".

 

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siempre una que hace del amor el eje central de todas sus actividades. Se trata por supuesto de un amor muy elevado, que se inicia por intentar alcanzar un amor divino para luego abarcar cuanto existe, desde las estrellas hasta los animales y las plantas. La concretización en la práctica de este amor se traduce, entre otras manifestaciones, en la creación de una medicina altamente eficaz, importante logro de todas las culturas de este signo. Ejemplos de estas culturas lo son la zapoteca en México, la bizantina en Europa, la mochica en Perú y la persa en Sumeria.
Osar: el ciclo de actividades de un chakra se cierra con el florecimiento de una cultura cuyos integrantes osan controlar, ordenar y organizar cuantas energías existen en el Universo. Ejemplos de estas culturas lo son la náhuatl en México, la occidental en Europa, la quechua en Perú y la árabe en Sumeria.121
Una vez expuesto muy sucintamente el ciclo de los chakras, pasemos ahora al ciclo relativo a las culturas. En casi todas las tradiciones sagradas se menciona que hay cuatro etapas o edades en lo que se refiere al surgimiento, crecimiento, decadencia y muerte de cualquier cultura. En varias de estas tradiciones se utilizan los términos de edades de Oro, Plata, Bronce y Hierro para designar a las cuatro diferentes etapas por las que atraviesa toda cultura. Otros autores prefieren utilizar los términos de Sagrada, Heroica, Humana y de Rebaño para identificar dichas etapas. Veamos cuáles son los rasgos esenciales de cada una de las etapas que componen el ciclo de las culturas.

El profeta Daniel y el sueño del rey Nabucodonosor

Sueño de Nabucodonosor interpretado por el profeta Daniel (2:31-33), otras octavas fractales en la espiral de la Historia
El profeta Daniel y el sueño de Nabucodonosor

 

 
 

 

 

 

 

 

 

 

Etapa Sagrada: durante su desarrollo, se alcanza una elevación espiritual de tal grado que un alto porcentaje de seres humanos se convierten, en alguna medida, en colaboradores conscientes de Dios en la obra de la creación y redención del Universo, o más     . . .